Canadá es uno de los principales proveedores de productos para España. Desde la entrada en vigor del Acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA) ambos países desean facilitar y potenciar su vínculo comercial.
Canadá en su clara apuesta por el mercado español presenta este año en el Salón Internacional del Gourmets un abanico de productos que muestran la diversidad y excelencia gastronómica que caracteriza al país norteamericano. Entre ellos, destacan los pescados y carnes, como el bogavante canadiense, la viera, el bacalao premium o el angus canadiense. Pasando por una amplia variedad de vinos, sidras de hielo y destilados, como whiskies y ginebras; por novedosos y saludables snacks, concebidos para personas que sufren alergias o intolerancias alimentarias; así como dulces y otros productos derivados del “clásico” sirope de arce, su “oro líquido”, tan característico de los bosques canadienses.
Las relaciones comerciales entre España y Canadá en el sector agroalimentario tienen una larga tradición. Canadá es uno de sus principales proveedores de legumbres, cereales y pescado y marisco. El año 2017 ha sido clave para las relaciones bilaterales, que han experimentado un crecimiento extraordinario gracias a a la entrada en vigor del Acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA).
El CETA es un acuerdo puntero que promueve un comercio progresista e inclusivo para ambas regiones, beneficiando especialmente a las PYMES. Su puesta en marcha ha permitido la eliminación del 95% de los aranceles y ha simplificado los procedimientos fronterizos, creando nuevos mercados y posibilidades de negocio. En concreto, este acuerdo ha supuesto un impulso notable para el sector del pescado y marisco, además del cárnico. En el primer caso, ha eliminado aranceles que, para algunos productos, eran superiores al 15%.
Por otra parte, el CETA ha eliminado los aranceles de importación de 50,000 toneladas de carne de vacuno y ternera y 3,000 toneladas de carne de bisonte, respetando las normas de seguridad alimentaria y de consumo de la Unión Europea, que siguen plenamente vigentes bajo el CETA. En este sentido, los países de la UE sólo pueden importar productos de carne de res, ternera y bisonte sin hormonas. Los productores canadienses de carne se han tenido que adaptar a esta normativa y están listos para exportar a la Unión Europea carne de calidad, criada en las extraordinarias praderas canadienses, lo que la convierte en un producto exquisito para los consumidores más exigentes. “la calidad está en su naturaleza”.
El CETA ha convertido a Canadá en una plataforma extraordinaria para aquellas empresas españolas que desean invertir y afianzar su presencia en el mercado norteamericano. Por ejemplo, Cascajares, que acaba de anunciar una expansión de su inversión de hace ya una década en Québec; o Natra, fabricante de productos de chocolate, son dos de las marcas españolas con éxito en el mercado canadiense.