
Un almuerzo servido por estrellas Michelín clausura la Cumbre que posiciona a Castilla y León como epicentro en el panorama gastronómico mundial
El presidente de la Junta de Castilla y León, D. Alfonso Fernández Mañueco, fue el encargado de la clausura oficial de la Cumbre Internacional de Gastronomía que tuvo lugar en el Colegio Arzobispo Fonseca de Salamanca.
En su intervención, el presidente de la Comunidad reafirmó su compromiso con el sector a través de medidas como la nueva estrategia ‘Tierra de Sabor’ y su apuesta por el sector vitivinícola. Fernández Mañueco destacó que «desde la Junta apoyamos la buena mesa y la excelencia gastronómica para seguir siendo líderes en turismo» y expresó su agradecimiento por el trabajo de los chefs de Castilla y León, así como a los profesionales nacionales e internacionales presentes en este exitoso encuentro gastronómico.
Durante dos intensos días, la ciudad de Salamanca, Patrimonio de la Humanidad, acogió la Cumbre Internacional de Gastronomía de Castilla y León 2025, un evento que combinó alta cocina, historia y patrimonio en un escenario monumental. La gran cita gastronómica del año reunió a algunas de las figuras más reconocidas del panorama culinario internacional, nacional y regional que sumaban un total de 32 estrellas Michelin, de las cuales 16 correspondían a cocineros de la región.
Con esta iniciativa, Castilla y León se posiciona como un destino gastronómico de referencia, cumpliendo el objetivo de la Junta de impulsar la promoción de su gastronomía y el enoturismo mediante eventos de proyección internacional.
La jornada del martes 20 de mayo comenzó con la mesa redonda “Cambiando el menú para cambiar el mundo”, donde los chefs reconocidos con estrellas Michelin, el japonés Shinobu Namae, el asturiano Nacho Manzano y la eslovena Ana Roš debatieron sobre sostenibilidad, economía circular y el papel de la gastronomía frente a los grandes retos globales. El turismo, la gastronomía y la sostenibilidad fueron los ejes centrales de un diálogo en el que se puso el foco en la necesidad de transformar los modelos de consumo hacia prácticas más responsables, que promuevan la conservación del patrimonio y el empoderamiento de las comunidades locales.
A continuación, Nacho Manzano ofreció una ponencia en la que reflexionó sobre sus raíces asturianas y su proceso creativo. Un detallado repaso por su vida y la de su restaurante “Casa Marcial” desde la historia hostelera familiar hasta las 3 estrellas Michelin obtenidas.
A continuación, y en el marco de la charla titulada “La cocina como herramienta frente a la despoblación: retos y oportunidades”, moderada por el periodista gastronómico Javier Pérez Andrés, Nacho Manzano compartió escenario con los chefs castellano y leoneses Pedro Mario Pérez (El Ermitaño) y Sara Ferreres (El Taller de Arzuaga).
El broche de oro lo puso el chef peruano-japonés Mitsuharu Tsumura, conocido como Micha, con la ponencia “Umami, pura sabrosura”, en la que realizó un viaje por los sabores y técnicas de la cocina nikkei. Mitsuharu elaboró una receta de umami, un fondo elaborado con pechuga de pollo molida, hongos, kombucha y pescado molido, entre otros, para liberar todo el sabor y lograr ese sabroso caldo nacido en la gastronomía japonesa que el chef peruano borda en su alta cocina. Invitado por Micha, el presidente Fernández Mañueco subió al escenario, e incluso participó en la elaboración de la receta.
Un cierre con sabor local
La Cumbre concluyó con un almuerzo en el Patio de Escuelas Menores, donde los chefs con estrella Michelin de Castilla y León reinterpretaron algunas de las recetas de los ponentes, mostrando la diversidad y el altísimo nivel de la cocina regional. La degustación reafirmó el potencial de la restauración en la Comunidad, basada en el producto de calidad, la técnica y la identidad.
Gastronomía abierta al público
La Cumbre también se vivió en las calles. Desde el 16 y hasta el 21 de mayo, la ciudad celebró la Ruta del Pincho, una experiencia gastronómica abierta al público en la que cerca de una veintena de bares y restaurantes ofrecieron tapas inspiradas en la cocina de Castilla y León, combinando tradición y creatividad.
Además, cada noche se proyectó un videomapping en la fachada del Patio Chico de Salamanca. Un espectáculo de luz y sonido que unió patrimonio histórico y gastronomía con motivo de la Cumbre que se repetirá hasta el domingo en dos sesiones, a las 22h y 22,30 horas.
Un evento con vocación internacional
Tras esta segunda jornada, la Cumbre ha consolidado la apuesta de Castilla y León por posicionar su riqueza gastronómica a nivel internacional, poniendo en valor su despensa, su saber hacer y su capacidad de innovación. La posibilidad de degustar productos emblemáticos y reinterpretaciones de grandes recetas ha sido clave para este reconocimiento.
Salamanca no solo se ha convertido por unos días en la capital de la alta cocina, sino también en un espacio de diálogo, creatividad y celebración del talento gastronómico que ha sido capaz de unir la monumentalidad de la ciudad charra con la alta cocina no menos monumental.
Como complemento a la cumbre HOSTURCYL hizo entrega de unos premios que vinieron a reconocer el esfuerzo de tantos implicados en la proyección culinaria y gastronómica de la cocina tradicional y generacional de las nueve provincias que componen la comunidad autónoma.
El éxito de esta Cumbre Internacional de Gastronomía de Castilla y León ha sido debido a la conjunción de esfuerzos de la Junta de Castilla y León, como organizadora fundamental, y con la colaboración de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo (HOSTURCYL), y el apoyo del Ayuntamiento de Salamanca, la Diputación Provincial y la Universidad de Salamanca.