
La Navidad es una época entrañable, amalgama de diferentes culturas y religiones, que a lo largo
de la historia ha ido evolucionando. Dando como resultado unos días, además de religiosos,
acompañados de familia y amigos. En los que se promueven los regalos y fraternidad, con la
comida y bebida como elementos esenciales.
El origen navideño ha venido marcado fundamentalmente por tres culturas, que han confeccionado un panorama multicultural y variopinto. Primero por la cultura romana pagana con las Saturnales, origen de prácticamente todo lo que hacemos actualmente, después con la cultura Vikinga nórdica, con su dios Odín al frente y por supuesto, la cristiana.
Pero comencemos por el principio. Donde conducen todos los caminos, a Roma. Y es que allí se celebraban unas fiestas denominadas Saturnales, que como su propio nombre indica, eran en honor al dios Saturno. Esta fiesta tenía el marco de la llegada del Solsticio de Invierno, el 21 de diciembre y rendir homenaje a Saturno en vistas que llegaba el 25 de diciembre, cuando el día es más corto y la noche más larga.
La tradición decía que había que entregar regalos al llegar el solsticio para que los dioses (sobre todo Saturno) estuviese contento y volviera a alargar el día. Estas fiestas consistían en una celebración con regalos. Los esclavos eran menos esclavos y las fiestas eran excesos de comida y bebida.
Con el transcurso del tiempo, en el año 274, el emperador Aureliano, ordenó crear la celebración del dios de todos los dioses, el Sol. Convirtiéndose así el 25 de diciembre, en el día del Sol Invictus, el día del sol inconquistado, el Dies Natalis Solis Invicti. Un sol que vencía de nuevo a la oscuridad.
Posteriormente con la llegada del Cristianismo, las fiestas Saturnales paganas, se convirtieron en Cristinas, cambiando los motivos de celebración. En lugar de ser el Sol a quien se rindiese tributo, se comenzó a celebrar el nacimiento de Cristo.
Actualmente, las decoraciones tradicionales están por todos sitios y si uno tiene poca imaginación puede consultar en internet para fomentar nuestras ideas.
Me gustaría proponer algo diferente y ambientado en esta Saturnales previa a la Cristiandad, para darle un toque diferente a nuestra decoración navideña, especialmente vinculada con la decoración de las mesas, comida y bebida.
¿Habéis oído hablar de Apici y su libro El Arte de la Cocina?. Marcus Gavius Apicius era uno de los mayores gastrónomos romanos. Era un hombre inmensamente rico, que dilapidó toda su fortuna comiendo y bebiendo. Y era tal esta magnitud, que al ver que ya no tenía dinero para seguir disfrutando de estos placeres, se suicidó antes de tener que comer y beber como un simple mortal.
Su libro “el Arte de la Cocina” (De Re Coquinaria) es una compilación de recetas romanas, cuya primera versión data probablemente de la época de Tiberio y que fue añadiendo cosas hasta finales del siglo IV.
Nosotros, aprovechando estas fechas, podemos elaborar un menú diferente basado en estas tradiciones romanas, previas a nuestra Navidad. Platos antiguos que diferentes restauradores e historiadores han ido adaptando a nuestros días, con pequeños cambios, puesto que encontrar algún ingrediente de entonces es prácticamente imposible y que además, ciertas prácticas, no pasarían un control de APPCC.
Comenzaremos realizando un pequeño menú maridado.
“Gustatio ” equivalentes a entremeses o aperitivos:
Ensalada en el hypotrimma: Una ensalada con queso, miel, vinagre garum, aceite de oliva, pimienta, piñones, dátiles, uvas pasas, vino blanco y defritum (usaremos un oporto o un Tarragona Clásico).
Mejillones en salsa Garvm: la Salsa Garvm es la antigua salsa romana, que actualmente nadie la comería porque se hacía con vísceras y sangre de pescado fermentado durante semanas. Actualmente, se puede elaborar con anchoas, aceitunas negras, soja, vino tinto, vinagre de vino, pimienta, sal y aceite. Resultará una vinagreta más o menos clásica subida de tono salino.
Foie con Paté de Boquerón Allec Flor de Garvm sobre tostada de pan de varios cereales.
Tabla de Queso Libvm: es un queso ecológico de cabra payoya de tres meses de curación, macerado e inyectado con vino fermentado con miel. Le va bien un vino como el Mulsum, vino de la Hispania Romana reconstruido por arqueólogos y enólgos de Baetica.
Como no podía ser de otra forma los gustatio (Entrantes) los maridaremos con Vino Mulsum de Baetica. Vino con miel, ligero y fácil de beber.
Platos principales o Caput Cenae
Cordero en el Tarpéenee: chuletas de cordero con cebolla, dátiles deshuesados, ajedrea fresca picada (planta), tomillo, garum y vino.
Maridaje: vino Augvstvs Trajanvs. Es un elegante vino de Bodegas Avgvstvs Forvm de Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc y Tempranillo.
Postre o Secvnda Mensa
Pastel de higos con almendras.
Pastel de queso, membrillo y manzanas.
Maridaje: Un vino dulce, “De Muller Aureo Dulce”, de vendimia tardía de garnacha y garnacha blanca con crianza oxidativa.
Tras confeccionar el menú “Saturnal”, debemos decorar la mesa. Al ser fechas señaladas y especiales, se tiene que poner especial atención a todos los detalles. Desde la mantelería (mantel y servilleta, ojo que si tuviéramos una mesa de cristal la dejaría vista), pero si no es así, utilizar una mantelería blanca, ocre o con tonos beige. La cubertería, las copas (básico para disfrutar los vinos), los centros de mesa y por supuesto con velas.
Es importante tener en cuenta un estilo. Se ha de aplicar al tipo de comida/cena que se haya elaborado. Un detalle a tener en cuenta es que todos los elementos que se pongan en la mesa, deben tener utilidad. De nada sirve que se coloquen miles de adornos en el centro de la mesa, si luego se va a servir un picoteo y hay que quitarlo todo porque no cabe nada. Por ese motivo, todo se tiene que analizar, un simple mantel ocre, con portavelas doradas, una buena vajilla y cristalería puede ser sencillo y suficiente para obtener una mesa elegante, sencilla y práctica.
¿Se puede poner un camino?, claro. Se debe tener en cuenta que la mayoría que se van a encontrar en estas fechas son extremadamente navideños. Si busca algo serio y sobrio tal y como estamos hablando en todo el artículo, tendrá que afinar la vista. Ojo, que también lo puede hacer al revés, un mantel rojo, pero cubertería dorada.
El dorado es un color bonito y simbolizaría este sol invictus del que estamos hablando.
Un mantel marrón con un plato de presentación elegante y una vajilla diferente, pueden hacer de la mesa algo digno de publicarse en una revista o salir publicado en Instagram.
En cuanto a la cristalería, las copas de vino y los vasos de agua, es aconsejable optar por algo sencillo, práctico y que realmente sirvan para lo que tiene que servir, para que el vino se exprese. Copas de Riedel, Shott Zwiesel o Spiegelau son las que se deben de utilizar preferentemente.
Respecto a la decoración en mesa utilizar centros rústicos, piñas, velas, ramas de pino, bolas doradas, flores secas (ojo no aromáticas).
Estas son algunas de las ideas que pueden hacer de las Navidades algo diferente.
Como he comentado, esto está basado en los previos a las navidades cristianas, donde también hay influencia Nórdica. Pero eso, lo dejaremos para otro momento.