
Es esencial realizar, tanto en una nueva propuesta como en una renovación de la instalación de ventilación de nuestro establecimiento, seleccionar a un buen proveedor y a un mejor equipo técnico especializado, con el objetivo de realizar una eficiente intervención y una adecuada prescripción.
Es fundamental que nuestro proveedor de ventilación nos ofrezca todas las garantías en nuestras instalaciones térmicas, tanto refrigeración, ventilación como en calefacción. Para asegurar la máxima eficiencia energética y de seguridad.
Es vital, poder contar en nuestro hotel, con una excelente calidad de aire en el interior de todas las estancias. Se han de tener en cuenta factores como la ubicación geográfica del inmueble, las diferentes actividades y las características de cada espacio.
Compartiréis conmigo, que no es igual acondicionar una sala de reuniones, que una recepción, los baños o la cocina del restaurante de nuestro hotel. De ahí la importancia de hacer un buen diseño de cada estancia. Los diferentes equipos pueden ajustarse para conseguir mejores resultados, tanto de rendimiento de la vida útil, como en las prestaciones a los diferentes espacios. Se puede plantear recubriéndolos con materiales especiales, para proteger de condiciones más extremas (salinos o humedad, por ejemplo), con filtros para eliminación y control de olores, atenuadores de sonido, anti vibratorios y demás.
Otro de los factores que puede que no se repare en ello, son los diferentes acabados de las instalaciones, que afectan más de lo que uno puede pensar. Para ello, es necesario colocar recuperadores de energía, extracciones de humos y renovación de aire. Actualmente, podemos adquirir aparatos dotados con motores electrónicos EC, que emiten el menor ruido posible. Casi siempre, la elección del tipo de ventilador irá en consonancia al tipo de ventilación localizada o general de la instalación.
En zonas como los baños de un hotel, el rango de caudal se encuentra entre las 6 y 14 renovaciones de aire/hora. Son espacios donde se genera humedad y olores. Otras zonas son los almacenes de productos perecederos, donde también deseamos reducir la humedad del ambiente e incluso controlar la temperatura del espacio. Los rangos de extracción rondan de 5 a 20 renovaciones del aire/hora.
En interiorismo se utilizan con asiduidad las cortinas de aire, por estética y sobre todo para evitar contrastes de temperatura en los accesos del propio hotel. Se consigue preservar el ambiente interior del establecimiento, separándolo del ambiente exterior, sin ningún elemento visual que entorpezca a las circulaciones de nuestros huéspedes. Además, evita el paso de visitantes no deseados, como insectos voladores. Para calcular la cortina de aire, son claves aspectos como la altura y el ancho del hueco a cubrir, así como la temperatura exterior.
Muchos de nuestros clientes, nos solicitan ventiladores de techo, para cubrir funciones mera-
Ha de primar el equilibrio entre funcionalidad, eficiencia y estética
Es esencial realizar, tanto en una nueva propuesta como en una renovación de la instalación de
ventilación de nuestro establecimiento, seleccionar a un buen proveedor y a un mejor equipo
técnico especializado, con el objetivo de realizar una eficiente intervención y una adecuada
prescripción.
Loli Moroño Directora Creativa PF1 Interiorismo Contract. Fotografía Iván Casal Nieto
mente estéticas, pero a veces no reparamos, en que son fantásticos para conseguir una mejor distribución del aire de nuestro hotel, incluso contando con sistema de aire acondicionado. En el mercado podemos adquirir ventiladores de techo de gran caudal, silenciosos y baja velocidad, que dará un plus a nuestros huéspedes.
Otro aspecto importante, es realizar las tareas de mantenimiento de los equipos con gran periodicidad, intentando minimizar las pérdidas de calor y frío de las diferentes zonas, además de comprobar que no haya fugas. Para evitar problemas y mejorar el rendimiento de la instalación, otro de los aspectos es reconfigurar los equipos, teniendo en cuenta las distintas estaciones del año. Es habitual equipar los hoteles con una perspectiva, haciendo caso omiso a las condiciones climatológicas, realizando instalaciones atemporales. Si la situación no cambia, no será extraño tener una lencería de cama distinta en verano que en invierno o incluso cambiar algún mobiliario especifico. En instalaciones pequeñas, cada vez es más habitual que se nos solicite ubicar chimeneas, para reforzar el calor en invierno o ventiladores en techos para el verano.
Para los interioristas es clave trabajar mano a mano con la ingeniería y el industrial que realiza el diseño del sistema de ventilación, dado que tiene que encajar como un puzle, con el proyecto decorativo del hotel. Como con todas las instalaciones, es necesario llegar a un equilibrio entre funcionalidad, eficiencia y estética. Piezas todas ellas claves para un buen resultado. No hay nada peor que llegar a una instalación y ver que no se han sabido integrar correctamente, evidentemente se tienen que ver, pero no pueden ser elementos que contaminen, ni nuestras fachadas, ni nuestros interiores, de los diferentes hoteles. Cuando sucede algún caso, generalmente suele ser que alguno de los profesionales no ha tenido en cuenta al otro.
Cada vez nuestros huéspedes son más exigentes y no hay nada mejor que llegar a una instalación bien ventilada, tanto natural, como con ventilación reforzada. El objetivo es convertir el establecimiento en un espacio donde se respira sano traduciéndose en una mejor salud, confort y bienestar.